1/4/10

jamonazos


Acabo de tener un sueño estupendo. Tan y tan estupendo que me he obligado a despegarme de las sábanas para abrir el portátil y escribirlo a pocos minutos de haberlo vivido muy adentro, pero también a flor de piel.

He soñado que recorría los pasilllos infinitos de la Mercadona y que se acercaba a mi una simpática dependienta. Era una de esas mujeres tan amables de la sección de jamonería y sostenía en la mano un montón de hilos, como hacen los vendedores de globos en los parques de España. Pero, en lugar de globos, lo que llevaba flotando en el aire eran jamonazos mercadona.

Se me ha acercado, con una gran sonrisa, como la que tiene la Maredeueta en algunas imágenes y me ha regalado, no uno, sino ¡Tres jamonazos! Tres piezas bien curadas, grandes y ricas que me traía yo a la casa, a este palomar en el que todavía vivimos.

Qué episodio más bonito he vivido, de verdad que sí. Ojalá todos ustedes pudieran experimentar una sensación igual de agradable y positiva. Me he despertado feliz como un bebote.

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